En este artículo detallo una serie de consejos para los problemas de apetito y nutrición durante el tratamiento del cáncer que pueden presentarse en los enfermos. Abordo las cuestiones que dificultan a los pacientes su relación con la comida: la falta de apetito, el cansancio, las náuseas y los vómitos, la diarrea, el estreñimiento y la indigestión y el reflujo.
Ten en cuenta que esta guía complementa, no sustituye, las indicaciones de un equipo oncológico.
Falta de apetito
El cambio en el apetito es muy común durante los períodos de enfermedad. Tus comidas favoritas pueden no apetecerte, puedes tener un descenso de apetito, o no querer comer en absoluto.
Sin forzarte a comer, es importante tratar de comer pequeñas cantidades regularmente para evitar la pérdida de peso.
- Come cuando tengas hambre. Si estás hambriento por la mañana, entonces come la ración más grande de comida en ese momento.
- Come poco y a menudo. Intenta comer algo cada 2-3 horas y evita los periodos largos entre comidas.
- Evita los grandes platos de comida a la hora de comer si no tienes ganas. Recuerda que la clave es pequeñas cantidades de comida en intervalos regulares. Intenta tres comidas pequeñas y tres refrigerios todos los días. Haz que estos refrigerios sean altos en calorías y proteínas.
- Trata de consumir 1 litro de leche por día (o bebidas enriquecidas equivalentes, si la leche no sienta bien).
- Bebe al menos entre 6 y 8 tazas de líquido por día. Ten cuidado de no consumir bebidas como té, café o sopas de paquete que no contienen muchos nutrientes entre comidas. Evita beber antes de una comida si notas que te va a llenar.
- Limita la fibra, sin eliminarla por completo. Te llena rápidamente.
- Evita los alimentos bajos en calorías, «light», bajos en grasa, bajos en azúcar y dietéticos.
- Toma un postre todos los días. Los postres adecuados son los postres lácteos, los yogures con grasas, el bizcocho con crema pastelera, la mermelada , el helado o la tartaleta con fruta.
- Intenta comer de 2 a 3 porciones de alimentos ricos en proteínas por día. Los alimentos ricos en proteínas son la carne, el pollo, el pescado, los huevos, la leche, el queso, las nueces y las legumbres como los guisantes, las alubias y las lentejas.
- Un paseo al aire libre antes de una comida puede ayudarte a aumentar tu apetito.
- Aprovecha tu apetito cuando tengas hambre. Algunas personas tienen más hambre a primera hora del día. Otras hacia la noche.
Cansancio
Combatir tu enfermedad y someterte a tratamientos puede agotar tu energía y provocarte cansancio. La fatiga persistente puede conducir a la pérdida de peso con bastante facilidad. Es posible que no tengas suficiente energía para comprar, preparar o incluso comer tus alimentos.
- No te canses comprando o cocinando. Si puedes, pide ayuda a tu familia o a profesionales de la salud. Consulta también posibles servicios de reparto de comida disponibles en tu zona. Pregunta a tu médico si cuentan con servicios sanitarios de preparación de comidas.
- Haz la lista de la compra y pide ayuda a familiares o amigos. Valora la entrega a domicilio o la compra por Internet si está disponible en tu zona.
- Prepara tus comidas cuando tengas energía y congela raciones.
- Obtén ayuda para cocinar. Si puedes, congela por raciones estas comidas para disponer de ellas en una fecha posterior.
- Cuando estés cansado para cocinar, consume bebidas nutritivas con alto contenido de calorías: leche, batidos, jugos, batidos de leche o suplementos nutricionales (previamente recomendados por tu médico). Come alimentos que requieran poca preparación. Almuerza y merienda siempre que puedas.
- El ejercicio ligero puede ayudar a reducir la fatiga y aumentar el apetito.
- Habla con un miembro de la familia, un cuidador o un profesional de la salud si algo te dificulta comer. Por ejemplo, el dolor en las manos o en los dedos puede dificultar el uso de cubiertos o un problema con los dientes o las dentaduras puede impedir que mastiques o tragues alimentos.
Náuseas y vómitos
La nausea es una sensación desagradable en el estómago o la garganta. Puede estar acompañada de una sensación de mareo y, muy posiblemente, por ausencia de apetito. El vómito es la expulsión por la boca de sustancias sólidas o líquidas contenidas en el estómago. Debes informar de estos síntomas a tu médico. Te recomendará medicamentos para aliviar las náuseas y evitar que vomites. Si vomitas frecuentemente, busqua atención médica y trata de mantenerte hidratado bebiendo abundante líquido.
- Come poco y a menudo. Evita omitir comidas; esto puede llevar al hambre y empeorar las náuseas.
- Las comidas frías y blandas tienen menos sabor y olor. Se toleran mejor.
- Evita los alimentos grasos, picantes y azucarados. También los que tienen olores fuertes.
- Incluye jengibre natural en las comidas, o en forma de cápsula. El jengibre puede calmar las náuseas.
- Evita tus comidas favoritas cuando tengas náuseas. Así evitarás cogerles manía y seguirás disfrutándolas.
- Trata de no preparar comidas cuando tengas náuseas y descansa después de comer.
Diarrea
Lo más importante durante los episodios de diarrea es mantenerte hidratado. Ocúpate también de reemplazar las sales perdidas por el cuerpo (electrolitos).
- Bebe líquidos como sueros de rehidratación oral.
- Come poco y a menudo.
- Limita los alimentos ricos en fibra como alubias, grano integral y frutas y verduras crudas. Pueden empeorar la diarrea.
- Evita alimentos grasos y los que contengan cítricos, edulcorantes o cafeína. También el zumo de ciruela, manzana o pera, ya que empeoran los síntomas de diarrea.
- Come alimentos que sean fáciles de digerir, como los plátanos, la avena y la pasta blanca.
- A veces los productos lácteos pueden agravar los síntomas, debido a los azúcares de lactosa en la leche.
Estreñimiento
- Para ayudar al movimiento intestinal, necesitas aumentar gradualmente la fibra en tu dieta. También es importante aumentar gradualmente la cantidad de bebidas que tomas.
- Algunos alimentos con alto contenido de fibra, como frutas, verduras y ensaladas, pueden ser bajos en calorías y proteínas y llenarte rápidamente. Elije en su lugar alimentos que contengan fibra y calorías como ciruelas pasas, nueces, frutos secos, compotas, gachas o cereales integrales con leche entera o enriquecida, pan integral con mantequilla, hummus o sopa de verduras.
- Si el estreñimiento te está hinchando, evita alimentos como alubias, cebolla, puerro y bebidas carbonatadas.
- Ciertas bebidas estimulan el movimiento intestinal. Estas incluyen jugo de ciruela, jugo de piña y bebidas calientes en la mañana.
- Si el estreñimiento sigue siendo un problema, intenta incluir gradualmente linaza en tu dieta. Comienza con una cucharadita por día y aumenta gradualmente una cucharadita por día cada 2 días. Toma como máximo seis cucharaditas por día. Es muy importante que incluyas una taza extra de líquido por cada 2-3 cucharaditas de linaza que ingieras.
- El ejercicio suave puede ayudar a prevenir y tratar el estreñimiento.
- Si has probado todos los enfoques anteriores y aún no se ha regulado tu intestino, consulta a un médico para obtener más asesoramiento. Puede que tengas un problema no diagnosticado o que estés experimentando un efecto secundario relacionado con tu medicación.
Indigestión y reflujo
- La indigestión es causada por el ácido del estómago que se mueve de tu estómago hacia tu esófago. Esto puede causar que la bilis llegue a tu boca. Esto causa una sensación incómoda de ardor de pecho y garganta.
- Habla con tu médico sobre medicamentos u otros tratamientos que puedan servirte de ayuda.
- Evita las comidas copiosas. Come raciones pequeñas y frecuentes.
- Las infusiones de hierbas y el té de menta pueden ayudarte a calmar la indigestión, pero evita la menta en caso de reflujo, porque puede agravarlo.
- Evita comer alimentos grasos, picantes o a base de vinagre y cítricos. Aléjate también de bebidas carbonatadas, cafeína y alcohol.
- A menudo, la indigestión y el reflujo empeoran cuando estás acostado. Evita comer 2-3 horas antes de acostarse y no te acuestes después de comer. Elevar el cabecero de la cama también puede ayudar.
Nota final para la persona enferma y su acompañante: el proceso de una enfermedad puede ser también una forma de reconciliarse con los ciclos de la vida.. Este texto de Thich Nhat Hanh contiene una reflexión que me ayudó a entenderlo.
Apetito y nutrición durante el tratamiento del cáncer: el texto original
Los consejos que has leído en este artículo están tomados y traducidos del libro Nutriendo tu cuerpo, publicado por la Universidad de Cork (Irlanda), y distribuido de manera gratuita por Pancreatic Cancer Action. Además de información sobre nutrición durante el tratamiento del cáncer y consejos para cuidadores, el libro incluye un índice de recetas de alto contenido en proteínas y calorías para evitar en lo posible la pérdida de peso durante la enfermedad.
Puedes descargar el libro completo (en inglés) aquí:
Nutriendo tu cuerpo durante el tratamiento del cáncer de páncreas (PDF, 27 MB).


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